"Es un sendero de conocimiento

que quisiera conducir

lo espiritual en el Hombre

a lo espiritual en el Universo."

Rudolf Steiner

Vamos a analizar la palabra difícil:

ANTROPO = se refiere al género anthropos: el hombre, lo humano.

SOFIA = proviene del vocablo griego sophia: que significa sabiduría, por lo tanto hablamos de una  “ sabiduría del hombre ”  y de esta forma enunciamos una filosofía de vida, una manera de ver e interpretar el mundo a partir de una profunda observación del ser humano que excede largamente su cuerpo físico  penetrando en su alma  y su espíritu.

Es una cosmovisión que permite descubrir las relaciones entre la Naturaleza, el Hombre y el Cosmos. Su existencia como tal lleva ya un siglo y se desarrolla principalmente en el centro de Europa.

Su creador el filósofo austríaco, Rudolf Steiner , trasladó el principio de la experiencia, fundamental en toda ciencia, hacia el interior, como una ampliación de la conciencia y, así, formuló las bases para implementar la espiritualidad en las cosas de la vida cotidiana. Desarrolló un camino espiritual para Occidente, expresando claramente que este camino puede ser iniciado por todos y cada uno de nosotros, sin ningún tipo de condicionamiento.

Este camino no requiere de ningún guía o maestro espiritual, ni tampoco estados alterados de conciencia; las pautas surgen de una conciencia clara y en pleno estado de vigilia. Este intenso y prolongado trabajo interior, con las fuerzas del Pensar, del Sentir y la Voluntad, permite descubrir el sentido de los secretos, aparentemente insolubles, de la existencia y de la vida misma.

La Antroposofía aplicada a la medicina da como resultado una ampliación del arte de curar – la Medicina Antroposófica  – gestando así una visión integral del hombre, que lo capacita para comprender y explicar hechos y fenómenos que la ciencia natural aún, no puede hacerlo. Cuando se aplica a otros campos de la vida humana, puede dar como resultado una comprensión de la vida anímica superior - una  Psicosofía  ; cuando de la docencia se trata se crea la Pedagogía Waldorf  y cuando la observación recae en niños especiales se instala la Pedagogía Curativa.

Así mismo la profundización de la figura humana nos trae una gimnasia del alma – la Euritmia  – y una sabia utilización de las fuerzas sutiles del hombre – la Terapia Artística  y la Formación del Habla.

No debemos olvidar en esta enumeración, un particular cultivo del suelo que da origen a una Agricultura Biodinámica  y los aportes que la Antroposofía puede hacer de cara a la Cuestión Social.

La Antroposofía no sólo es capaz de responder concretamente los candentes interrogantes que acosan al hombre actual –como su verdadero origen como individualidad, la existencia de la conciencia más de la muerte física, o el sentido de su destino-, sino que a su vez ayuda al que recibe sus conocimientos y los practica, a lograr un nuevo y objetivo dominio de su vida, en los más diversos campos.

Ya hemos presentado el tema para aquellos que nunca habían oído ni siquiera mencionar el vocablo ANTROPO-SOFIA.

Ahora bien, ¿qué significado tiene su nombre corriente, ciencia espiritual?.

¿ Qué es en realidad la ciencia? La ciencia es una construcción de la humanidad basada en una observación minuciosa de la naturaleza, del hombre mismo y del cosmos, es decir de todo el ámbito que rodea al hombre, seguida de un desarrollo del pensar para comparar, medir y elaborar hipótesis y teorías respecto a lo observado.

Todo este trabajo se somete poco a poco a una metodología, es decir a un método (metahodos significa “camino a seguir”).

Esta manera particular de conocer se insinúa tímidamente en Europa hace más de 3 siglos a la sombra del poder absoluto de la Iglesia que determinaba cual era la verdad siguiendo el “criterio de autoridad”, por ejemplo si Aristóteles ó la Biblia lo afirmaba, esto debía ser así y no de otra manera.

Así como la filosofía usaba la herramienta del pensar para profundizar los misterios del alma humana, la ciencia la utilizó para develar los secretos del mundo físico.

Y ahora nos encontramos frente al antiguo dilema:

En el seno de un mundo dominado por el discurso teológico aparece ahora el discurso científico.

¿Y como han reaccionado estas dos maneras de interpretar el mundo?.

La historia ha sido testigo de las luchas, los odios y el castigo a los “herejes” que pretendían demostrar que la tierra giraba alrededor del sol.

Pero lo que ha trascendido hacia los siglos posteriores hasta llegar a la actual posición materialista y positivista de la ciencia natural, son ciertos “modelos de pensamiento” tanto religiosos como científicos que no ayudan a entender los fundamentos de una ciencia espiritual:

Ejemplos:

Esta polaridad de dogmas ha confundido al hombre corriente provocando en él la sensación de tener que “elegir” entre ser un “ hombre religioso”  ó un “ hombre científico”.

¿Y qué importancia tiene en la vida cotidiana esta elección?

Recordemos que hablamos de una época donde la cultura tecnológica ha deformado la capacidad de percibir y de pensar  del hombre masa, entregándolo a los dictados de los medios masivos de comunicación.

Es precisamente en esta época que puede alcanzar un gran significado la postura que adopte ese hombre  en el análisis tanto de los sucesos del mundo  (guerras, globalización, pobreza, injusticia, xenofobia, etc) como de su situación personal (situación económica, social, familiar, relación con sus enfermedades y la propia muerte, así como el sentido de su vida entre otras).

Para un análisis objetivo de la compleja vida moderna no ayudan estas posiciones extremas dogmatizadas de Religión vs. Ciencia.

Cuando el dogma religioso se convierte en una práctica sectaria y discriminatoria con enunciados tales como: ... “ésta es la única Religión Verdadera y quien así no lo acepte será pasible del castigo de Dios”... se puede iniciar un ilusorio y tortuoso sendero que desemboque en un fanatismo fundamentalista.

Ahora bien, cuando el dogma científico se posesiona del alma de los hombres haciéndolos presa de un escepticismo y un materialismo feroz que no encuentra límites a su apetencia de poder, la ciencia se prostituye, se denigra y se vende a los intereses de los “poderosos de turno” (corporaciones, sectas, países, etc, etc) alejándose de su inicio luminoso, de aquella maravillosa manifestación del espíritu humano un sano pensar.

Pero no era de estas aberraciones del alma humana de lo que Rudolf Steiner hablaba hace 100 años cuando hacía referencia al mundo de la ciencia y al mundo del espíritu.

¿Quien fue Rudolf Steiner?

Fue en realidad, un científico, un filósofo, un pedagogo, un artista y un místico   (entendiendo por misticismo, aquella actividad que trata de develar los misterios ocultos a los sentidos meramente físicos).

Nacido en 1861 en el centro de Europa vivió desde muy joven la polaridad entre ciencia y espíritu.. De pequeño descubrió que podía percibir un mundo suprasensible que los demás no percibían, a la vez que le apasionaba la geometría y sentía una profunda devoción por la obra divina.

En su adolescencia profundizó en forma brillante los contenidos de la filosofía y la ciencia de su época y como adulto inició su propia obra a la vez que frecuentaba regularmente las reuniones sociales y culturales donde se debatían las nuevas ideas de su tiempo.

Una característica saliente de su biografía consistió en su vocación de escuchar siempre y muy atentamente a todos aquellos contemporáneos que diferían radicalmente de sus concepciones del mundo y de la existencia, para conocer a fondo esa particular modalidad del Pensar que les había conducido a elaborar dichas conclusiones.

Con el correr del tiempo, Rudolf Steiner elabora una gnoseología (Teoría de conocimiento) basado en la obra de Goethe – de quien tradujo todos sus escritos – para apoyar la creación de una Ciencia Espiritual.

Es obvio entonces, que el creador de la Antroposofía hablaba en esa época, de una ciencia que admiraba y respetaba, y de un mundo espiritual  que percibía.

El desarrollo de su trabajo consistió en utilizar las herramientas de la ciencia para penetrar los misterios de ese mundo espiritual, intangible pero real, proclamado fervorosamente por Iglesias y Religiones y sin embargo tan alejados a veces de su verdadera esencia.

¡Su propósito de vida fue descubrir a Dios en la Ciencia... y en la Religión!

Así se reunían 2 concepciones arquetípicas del Pensar Humano desarrolladas en occidente:

... "No hay nada en la experiencia que no haya estado previamente en el pensamiento (Mundo de las Ideas)".   Platón

... "No puede haber nada en el pensamiento que no haya estado primero en la experiencia."    Aristóteles

Rudolf Steiner escribió cuatro dramas iniciáticos, que fueron representados en Munich, y para los cuales luego fue erigido, por encargo de la Sociedad Antroposófica, el Goetheanum, en Dornach, Suiza. Este edificio, comenzado en 1913, dio testimonio del genio artístico – creador de Steiner. Un principio orgánico, el principio de la metamorfosis, dominaba enteramente la construcción, desde la base de hormigón hasta las dos cúpulas entrecortadas y los demás detalles: los marcos, las manijas de las puertas... hasta construyó un taller tallado para los vidrios coloreados de las ventanas e inventó un método químico para la preparación de colores vegetales usados en la pintura de las cúpulas. Así creó una nueva arquitectura, escultura y pintura, y sus correspondientes técnicas.

El edificio fue destruido por el fuego diez años más tarde. Sin embargo, en manera alguna pertenece al pasado, porque aquel principio de metamorfosis fue aplicado igualmente en el edificio que se levanta hoy en el mismo sitio del primero. Tal como lo expusiera en su “Filosofía de la libertad”, los hombres pueden unirse para una labor común aún en tiempos en los que todo se derrumba. Y esto quedó demostrado entre los años 1914 y 1918, azotados por la Primera Guerra Mundial, cuando personas de diecisiete naciones trabajaron pacíficamente en la construcción del primer Goetheanum. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue llevada adelante la actual construcción.

En la Navidad de 1923, Rudolf Steiner dio nueva forma a la Sociedad Antroposófica; él mismo asumió la presidencia y organizó la Universidad del Goetheanum en diversas secciones: Antroposofía General, Pedagogía, Artes Musicales y de la Palabra (Formación de la Palabra y Euritmia), Artes plásticas, Medicina, Ciencias Naturales (con Laboratorio de Biología y un Círculo para la Investigación Agrícola), Ciencias matemático-astronómicas, Ciencias Sociales, Investigación Espiritual de la Juventud, Bellas Letras, etc.

Rudolf Steiner falleció el 30 de marzo de 1925. A pesar del padecimiento de una enfermedad física, hasta sus últimos días trabajó en pro del desarrollo espiritual de la humanidad, obra que quedó expresada en sus conferencias (alrededor de seis mil) y en unos setenta libros (más otros menores).

Goetheanum - Dornach (Suiza)

Dr. Roberto Crottogini (Médico de orientación antroposófica)